martes, 23 de julio de 2013

4F: la historia no contada del golpe (Chávez: el "héroe" sin batalla)

•  Varias faltas condujeron a una derrota que el “por ahora” convirtió 
en victoria. El golpe entraña relatos y personajes aún no conocidos.
Cuando una bala trazadora fulgurante atravesó rasante el cielo negro en Tierra de Nadie, alumbró a una fila de gente que corría a esconderse en el Hospital Universitario de Caracas. Por esa bala supieron que la plomazón estaba más cerca de lo que se oía. Unas 300 personas estaban esperando las armas para la insurrección.

En Caracas, a finales de 1991 Bandera Roja (BR) había dirigido durante varios meses el entrenamiento en orden cerrado y manejo de armas para unas 600 personas en su mayoría jóvenes. Algunos cursos se hicieron en los auditorios naranja y azul de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV durante madrugadas y fines de semana.

Los comandantes Hugo Chávez, Arias Cárdenas y el exguerrillero Kleber Ramírez no habían logrado estimular un estado de convulsión social propicio para un alzamiento, pero los Capitanes habían recurrido a BR para que asumiera esa labor. En octubre de 1991 comienza un levantamiento de protestas en todo el país y solo en una semana los universitarios dejaron en las calles más de 70 camiones incendiados y gran cantidad de heridos y detenidos en diversas protestas.

Un Comandante. En diciembre de 1991 se realiza una reunión en La Guaira para planificar la operación militar. Entre los tenientes estaba Diosdado Cabello. "Podemos hacerla sin José María", dice un Capitán. Gabriel Puerta, fundador de BR, les pregunta: ¿Y a cuál comandante van a poner? Varios respondieron: Arias Cárdenas. Puerta los fulminó diciendo: ¿Y Chávez se le va a subordinar? El silencio fue la respuesta. La operación seguía su curso inicial.

domingo, 14 de julio de 2013

Apreciaciones sobre el fraccionalismo

Nuevamente Bandera Roja sufre una fractura debido a la reproducción y desarrollo de una tendencia fraccionalista. Muchos camaradas buscan una explicación más allá de lo establecido formalmente en los veredictos oficiales e históricos al respecto. Muchos se interrogan sobre las razones del surgimiento de estas agrupaciones en el partido. Buena parte del debate se centra en las medidas que debían haberse tomado, los problemas creados, el método y estilo para atacar la agrupación en cuestión, constituida luego de un desarrollo que muchos lograron avizorar en su oportunidad. Asimismo, surgen reflexiones sobre lo que debe hacer el partido para protegerse de este tipo de problemas recurrentes casi desde el mismo momento en que nace. Ubiquemos que Bandera Roja ha sufrido varias rupturas. En 1975, apenas a 5 años de nacida la organización, surge la fracción encabezada por Carlos Betancourt y Pablo Hernández Parra (autodenominada BR-ML). Luego, surge la ruptura de Ernesto Virla en 1977 (“la prefiguración del comunismo dentro del partido”). En 1992 se separa el grupo liderado por Daniel Hernández. En la primera década del siglo xxi se desprendieron dos grupos de compañeros que iniciaron nuevas organizaciones. Por último, previo al V Congreso, con un comportamiento un tanto sui generis, un grupo fraccional —liderado por miembros del Comité Político Nacional y del Comité Central— ha buscado por distintos medios hacerse de la dirección y de las siglas del partido, hasta devenir en posturas antes imposibles de ser consideradas desde cualquier óptica revolucionaria.